• Y los árbitros, por supuesto, también saben pedir perdón

    Fútbol

    20-02-2021 09:52:54

    Jesús Izquierdo · Las Palmas
    El mundo del fútbol se moderniza. El VAR ha llegado para quedarse, con el objetivo de evitar los máximos errores posibles y, de paso, hacer la vida más fácil a los árbitros. Pero muchos siguen echando en falta la autocrítica del estamento. Juan Cala, futbolista del Cádiz, lanzó el guante hace unos días: "Igual que nos obligan a los jugadores y técnicos a dar ruedas de prensa, quizá deban salir los árbitros para que entendamos sus decisiones con argumentos y fundamentos, y que sea un colectivo más humano". Un paso que todavía parece bastante lejano, pero que acercaría al juez al terrenal fútbol.

    Lejos de los focos, los hay que asumen sus errores. Es el caso de González Esteban. El colegiado del comité vasco arbitró a la UD Las Palmas el pasado fin de semana en Almería. Los canarios se quejaron amargamente de un gol anulado a Álex Suárez en el segundo tiempo. El defensa canario, en posición correcta, conectaba un cabezazo directo a la red. González Esteban, a instancias de su asistente, señalaba fuera de juego y anulaba el gol. Exactamente señaló posicional de Cardona, que no interviene en la jugada. La plantilla de Pepe Mel no daba crédito a la decisión del árbitro, mientras ponía rumbo al aeropuerto.

    Pero, casualidades de la vida, González Esteban se volvería a cruzar con el equipo canario. Precisamente en la terminal de salidas del aeropuerto de Almería, el colegiado se acercó a algunos miembros de la expedición canaria para reconocerles su error: "Nos dijo, dos horas después del partido, que se había equivocado en esa jugada", admite a MARCA un miembro de la plantilla amarilla. El árbitro vasco se sentía contrariado tras ver las imágenes y quiso disculparse con la UD Las Palmas.

    Un gesto que, al menos, reconfortó a los jugadores y que ennoblece la profesión, y también al profesional: González Esteban. Cala abrió el debate hace 10 días y González Esteban dio ejemplo en el aeropuerto de Almería. Poder escuchar a los árbitros públicamente tras los partidos, quizás evitaría ese tipo de disculpas en privado