Baloncesto
30-03-2025 14:14:49
El base francés anotó la canasta ganadora para tumbar a Unicaja de Málaga tras un encuentro durísimo en el que los amarillos no acusaron el cansancio acumulado de sus encuentros partidos en los últimos ocho días. John Shurna, que recuperó su mejor versión, y Žiga Samar fueron los mejores del cuadro claretiano
Otro infarto en el Arena. El Granca sacó adelante un choque fundamental ante Unicaja de Málaga en la lucha por el Playoff que se decidió en la última jugada. Todo arrancó con Nico Brussino anotando un triple y con un enfado contundente del propio argentino con los árbitros, lo cual le costó una técnica muy tempranera. Más allá de ese aspecto, el Gran Canaria comenzó con fuerza y acierto. Eso les llevó a ponerse por delante de inicio, marcando el ritmo de partido justo como realmente quería. Unicaja tuvo que responder ante, quizás, la sorpresa de la gran cantidad de energía de un conjunto, el amarillo, que todavía tenía en las piernas el cansancio del encuentro de Eurocup que disputó el viernes ante Bahcesehir (15-7).
No obstante, la entrada en pista de un Olek Balcerowski que fue homenajeado en los prolegómenos del choque le dio a los malagueños un plus. El ex canterano grancanario contestó al buen momento de su antiguo equipo aportando solidez y seguridad defensiva, algo que sumado a dos triples seguidos de Osetkowski cambiaron por completo la cara del primer cuarto. A partir de ahí, andaluces y canarios se fueron repartiendo los golpes y entraron en un intercambio de canastas para cerrar estos primeros diez minutos con un empate más que justo (23-23).
Balcerowski siguió dando problemas a Massamba Diop en la reanudación. Sin embargo, el acierto desde la línea de tiro libre del polaco no fue del todo bueno. Los dos entrenadores movieron el banquillo para intentar dar un paso al frente ante la igualdad predominante, aunque Shurna continuó estando acertado en todas sus acciones y Žiga Samar monitorizó los ataques insulares con mucha soltura. El esloveno cuajó sus mejores minutos de amarillo, aunque no fue suficiente como para que el Granca tomara una ventaja considerable. Esa circunstancia la aprovechó Unicaja y desde su buena circulación de balón logró adelantarse (28-30).
Homesley rompió la sequía insular tras un tiempo muerto de Lakovič anotando 7 puntos de forma consecutiva. El de Carolina del Norte ayudó a elevar el ritmo anotador de un cuarto entre trincheras, con mucho contacto en cada defensa y pocos puntos. Aun así, John Shurna sí que mantuvo su acierto para protagonizar su mejor partido en meses vestido de amarillo y el Granca no perdió el dominio del marcador. A pesar de ello, los triples de Unicaja llegaron a tiempo y ambas escuadras se fueron al tiempo de descanso con muchísima igualdad (46-43).
El paso por vestuarios trajo consigo un arreón isleño donde los esfuerzos defensivos fueron fundamentales. De hecho, marcaron su máxima ventaja antes incluso de que Unicaja pudiese pestañear (54-46). Ibón Navarro se desesperaba en la banda, pidiendo y cancelando tiempos muertos mientras su equipo no terminaba de asentarse. Aun así, los de la Costa del Sol respondieron con un parcial de 0-7 y la ventaja que tenía Gran Canaria la acabó tirando. Después de unas cuantas posesiones algo alocadas en las que Unicaja no pudo ponerse por delante, apareció Joe Thomasson para dar oxígeno a los de Jaka Lakovič gracias a un triple liberado y a una asistencia para que Salvó dejase una bandeja cómoda (59-53).
Además, la buena defensa claretiana también surtió efecto. Unicaja no estuvo cómodo y tampoco certero. Es más, varias pérdidas minaron el ritmo anotador de los visitantes en un instante donde necesitaban, claramente, los puntos. No obstante, el Granca no fue capaz de aprovechar del todo ese escenario de partido para poner mucha tierra de por medio, ya que su rival sí que consiguió hacerse fuerte desde su poderío físico para mantenerse a flote (63-56).
Los duelos entre Gran Canaria y Unicaja, desde que Jaka Lakovič e Ibón Navarro eran sus respectivos entrenadores, siempre han sido tan tensos como parejos. Por tanto, este nuevo episodio no iba a ser diferente. De ese modo, llegados a este último periodo era momento de apretar. Y el primero en hacerlo fue un George Conditt IV dominante en la zona. El puertorriqueño se estaba gustando, pero entre Barreiro y Kendrick Perry desde el 6.75 hicieron revivir a los de Málaga (70-67). Necesitaban los claretianos una nueva reacción y cuanto antes.
Shurna se encargó entonces de cargar con la responsabilidad y con dos fade away hizo aguas el primer envite de Unicaja. Posteriormente, Thomasson transformó un lanzamiento de media distancia que elevó, aún más, la distancia. Sin embargo, los malagueños se agarraron al partido con todo, tratando de embarrar cada posesión insular y encontrando buenas situaciones para anotar. De esa forma, todo siguió igualado cuando ya solamente quedaban dos minutos para el final del choque.
La bola ya quemaba en las manos de los jugadores. Era momento de ser valientes. Unicaja provocó que los ataques del Gran Canaria fueran muy largos, incómodos y sin espacio, pero en el momento de la verdad dos triples de Brussino y Albicy reventaron el Arena. Luego, pese a las canastas andaluzas, otro fade away de Shurna parecía haber rematado la faena. La actuación de John Shurna fue un chute de alegría, porque el jugador lo necesitaba y porque el equipo también. Tras una temporada dura para el de Illinois, haber jugado a este nivel en un encuentro tan importante fue como quitarse una espinita que llevaba demasiado tiempo clavada.
Sin embargo, Unicaja no había dicho su última palabra. Aunque el partido tenía pinta de estar decidido, los de Ibón Navarro remaron y tuvieron fe. Tyson Carter se encargó de tirar del carro para recortar puntos de forma vertiginosa. De ese modo, todo se igualó ante la incredulidad del graderío (89-87). Justo en ese instante, Thomasson cometió un error grosero al perder un balón que tenía controlado cuando le iban a hacer una falta que acabó en canasta de Kam Taylor. Como ya sucediese el viernes, la pizarra de Lakovič tenía que decidir (89-89).
Quedaban dos segundos por disputarse y el Granca sacó de banda. Brussino, de nuevo, fue el encargado. Aun así, en esta ocasión encontró a Albicy, que se deshizo de Alberto Díaz con un gran gesto técnico y enfiló la canasta para convertir una canasta que valdría una victoria tan clave como agónica. Aunque se sufrió de más, los isleños sacaron adelante un partido que puede ser decisivo en la pelea por entrar en los Playoffs, valorando también el enorme esfuerzo colectivo de todo el equipo después de haber jugado cuatro encuentros en ocho días. Ahora, al Gran Canaria le espera Estambul y el reto de volver a una final de la Eurocup (91-89).