Baloncesto
28-03-2025 22:16:18
Cristian Gil
Un dos más uno del escolta norteamericano a un segundo del final del partido le dio la victoria al conjunto amarillo ante Bahcesehir en el segundo partido de las semifinales de la Eurocup. Ahora, los claretianos volverán a viajar a Estambul para el tercer y definitivo partido de la serie que decidirá cuál de los dos equipos logrará el billete para la gran final
Un infarto que deja con vida al Granca y su meta de volver a levantar la Eurocup. Los grancanarios se mantuvieron firmes en un duelo de altos vuelos y se llevaron un triunfo que se trabajó en el más amplio sentido de la palabra. Y es que los dos equipos arrancaron el choque tratando de imponerse desde la parcela defensiva, armándose de cemento para complicarle la vida al rival. Pese a ello, Nico Brussino dio primero con un triple lejano y marcó territorio con un tapón sobre Bouteille. Bahcesehir intentó responder a través de su superioridad física, pero el Granca se mostró sólido tanto en el rebote como en el cuerpo a cuerpo. Gracias a ello, más la aportación en forma de puntos de Brussino y Albicy, los insulares salieron lanzados y provocaron el primer tiempo muerto visitante (9-2).
El parón les vino mejor a los turcos, ya que desde el tiro libre recortaron distancias hasta empatar la contienda, llevándose por delante a Brussino y Homesley con sus segundas personales (12-12). Bahcesehir siguió cargando de faltas a los isleños y visitando la línea con facilidad, mientras que el Dreamland Gran Canaria perdió un poco la chispa de los primeros minutos. A partir de ahí, hubo un intercambio de golpes donde los de Jaka Lakovič aguantaron el tipo, haciendo circular bien el balón y encontrando situaciones propicias para recuperar confianza de cara al aro.
Pelos y Conditt fueron protagonistas de ese instante de encuentro, ofreciendo seguridad en sus acciones y manteniendo a los grancanarios por delante (24-21).
Una vez se reanudó la contienda, la dureza defensiva de Bahcesehir se hizo notar como ya ocurriese en el primer duelo de esta eliminatoria. Aun así, Gran Canaria fue capaz de igualar fuerzas en ese sentido y estar mejor en el rebote.
Los problemas con las faltas continuaron y Lakovič tuvo que tirar hasta de Jovan Kljajic, ampliando la rotación en el juego exterior de forma inesperada por la segunda personal de Thomasson. Ante esas ausencias, los porcentajes de acierto bajaron para los locales sin la clarividencia de los principales anotadores en pista. Eso lo aprovechó un Furkan Korkmaz que dio muestras de que en su ADN están escritas las siglas NBA, colocando a Bahcesehir por delante (31-32).
Un espectacular alley-opp entre Albicy y Tobey levantó entonces a un Gran Canaria Arena adormilado. Los otomanos fueron recuperando sensaciones y fue necesaria una reacción en la que Mike Tobey tuvo mucho que ver, terminando de meter en partido al graderío. Todo ello, apoyado un John Shurna al que esta temporada no le están saliendo las cosas, pero que con su esfuerzo realizó dos capturas ofensivas que fueron oro puro para desahogar al cuadro claretiano (39-34).
Sólo una canasta Simonovic sobre la bocina antes del descanso empañó un poco el empujón amarillo en ese rush final. El esfuerzo del Granca en ambos lados de la pista fue encomiable, aunque Bahcesehir también puso de su parte y demostró el potencial de su plantilla. Todavía no había nada decidido ni mucho menos (41-36).
Después del paso por vestuarios la partida de ajedrez entre Radonjic y Lakovič se hizo más evidente. Ambas escuadras buscaron desde la pizarra llevar el choque a sus respectivos terrenos teniendo como nexo de unión los cambios defensivos o las ayudas. A pesar de ello, la solidez del Granca en el rebote fueron un apoyo más que interesante ante la falta de acierto, cuestión de la que también se contagió Bahcesehir. Sin embargo, el conjunto claretiano decidió convertir cada una de sus defensa una excusa perfecta para hacer un esfuerzo más a nivel colectivo para sacar un poco de quicio a los visitantes y colocar su máxima ventaja (50-42).
Sipahi y Korkmaz acudieron entonces al rescate de los turcos con dos triples consecutivos. El Granca perdió, de nuevo, un poco el control. La fuerza de las individualidades otomanas hizo daño y se agrandaron debido a la falta de liderazgo ofensivo por parte del equipo canario. Caleb Homesley, por problemas de faltas, no había entrado en calor aún, siendo un aspecto que dificultaba el encontrar soluciones a la reconocible mejoría de Bahcesehir en materia defensiva.
Ni una técnica sobre Radonjic cambió la dinámica del tramo final de tercer cuarto. Los turcos ya no anotaban cómodos, pero sí que fueron capaces de volver a la línea de tiros libres para apretar el marcador al máximo a diez minutos del final (52-50).
El último cuarto apareció con la tensión de un partido a vida o muerte para el Gran Canaria. Era ganar o irse a casa. Ngouama, que estaba cuajando una mala actuación, anotó un tiro libre que supo a poquísimo para empezar. Las muñecas de los jugadores grancanarios en pista empezaron a temblar, aunque enfrente tuvieron un rival en la misma tesitura. Entonces, una técnica sobre Conditt fue castigada por Bahcesehir con una reacción un tanto contundente al anotar el tiro libre correspondiente así como dos triples consecutivos obra de Ponitka (55-57).
Lakovič detuvo el encuentro porque su equipo pareció quedar un poco tocado. No obstante, la respuesta no llegó de inmediato. Además, Odiase y Smith abrieron hueco ante las dudas insulares (57-61). En ese momento, Nico Brussino quiso tomar la palabra y decidió convertirse en el líder grancanario. El argentino sumó un dos más uno de mucha clase y un triple que encendieron la caldera de Siete Palmas. Llegó la hora de los valientes y Brussino levantó la mano (63-61).
Con cuatro minutos por jugarse el escenario de este segundo envite de semifinales no podía estar más parejo. Massinburg anotó un triple desde la esquina y devolvió a los turcos el dominio del electrónico, obligando a Brussino a tener que aparecer otra vez desde el tiro libre para dar la réplica. Cada posesión iba a ser una batalla y cada centímetro de pista por avanzar se iba a pagar cada vez más caro.
Tres buenas defensas auparon a Gran Canaria a un minuto del final, pero no logaron sacar rédito en forma de puntos a pesar de que Brussino tuvo el tiro para casi decidir el partido. Bahcesehir seguía estando a una canasta. Radonjic pidió un tiempo muerto y dibujó una jugada que se convirtió en tiros libres para empatar. Simonovic no pestañeó e igualó el marcador pese a los abucheos del Arena (66-66). El Granca tuvo un nuevo ataque para adelantarse de nuevo, aunque no pudo encontrar una posición cómoda de tiro y Nico Brussino lanzó excesivamente forzado, fallando y dándole a los turcos la posibilidad de matar la serie con ocho segundos por jugarse.
Radonjic empleó otro de sus tiempos muertos para pintar una puerta atrás para Simonovic que se colgó del aro a placer y poner en ventaja a los suyos (66-68). De ese modo, el Gran Canaria se iba a jugar toda su temporada en Europa con dos segundos en el reloj. Le tocó el turno a Lakovič de utilizar su pizarra y no le pudo salir mejor. Brussino se encargó de sacar y Homesley, con una finta tremenda, se deshizo de su defensor por línea de fondo, capturó el pase desde la banda del argentino y anotó una canasta que llegó con regalo en forma de falta personal. Caleb Homesley, que no estuvo cómodo nunca en el partido, se guardó su mejor truco para protagonizar un dos más uno que sería decisivo.
El de Carolina del Norte anotó el tiro libre y a Bahcesehir no le quedaban tiempos muertos, por lo que se la jugó con un pase en largo que no llegó a nada y que acabó por darle la victoria a un Dreamland Gran Canaria que estuvo en la lona, pero se levantó a tiempo (69-68). Los amarillos pelearon con todo para alargar la serie y seguirán soñando con conquistar la segunda Eurocup de su historia. El último y definitivo duelo de la serie será el próximo miércoles 2 de abril en Estambul.