• Las Palmas cae en la orilla frente al Valencia tras unos minutos finales de infarto (2-3)

    Fútbol

    03-05-2025 17:13:11

    Iván Icígar

    La UD Las Palmas no consigue cuajar la remontada y cae ante el Valencia en un jornada que les dificulta más el objetivo de la salvación. Los de Diego Martínez no estuvieron cómodos sobre el césped hasta la recta final. Los de Corberán les dominaron durante casi todo el encuentro hasta que tras el gol de McBurnie los amarillos tiraron de casta y orgullo para ir con todo a conseguir las tablas aunque sin éxito (2-3). Sandro Ramírez y Oli McBurnie, autores de los goles amarillos. 

    El partido comenzó con un Valencia más agresivo que la Unión Deportiva. Desde el primer minuto, los de Carlos Corberán salieron con una marcha más, buscando el área rival con velocidad por las bandas y tratando de conectar con Rafa Mir como referencia ofensiva. Ya en la primera intentona, un pase filtrado dejó al ex amarillo en posición franca, aunque la acción fue invalidada por fuera de juego. Por la parte de los amarillos, estos jugaban con más calma, sin prisas, para tratar de no cometer errores que pudieran acabar pagándolos caros. En el minuto 11 llegó la primera ocasión clara del partido con un saque de falta de Pepelu que consiguió encontrar a un Rafa Mir liberado quien se topó en su remate con un Dinko Horkas que evitó el 0-1 che. 

    Con el paso de los minutos, el escenario no hacía más que inclinarse en contra de una UD Las Palmas que no lograba activar su ofensiva. Oli McBurnie, demasiado aislado en punta, apenas recibía balones y no encontraba socios con los que combinar. Además, los de Martínez sufrían para defenderse de un Valencia muy agresivo y decidido. Luis Rioja se erigió como un pilar en los ataques valencianistas ganando la partida en varias ocasiones a una novedad en el XI, Álex Muñoz. Precisamente por ese costado llegó el primer golpe del partido. Corría el minuto 21 cuando José Luis Gayà puso un centro que, tras una disputa entre Rafa Mir y la zaga amarilla, acabó en los pies de Rioja. El extremo no se lo pensó y envió un nuevo balón al área, esta vez directo a Hugo Duro, que apareció libre de marca y definió de primeras para adelantar al conjunto che.

    El gol no le cambió la cara a Las Palmas ni al partido que seguía con un guión parecido con los de Corberán como claros dominadores del juego. Pese a ello las ocasiones iban llegando poco a poco en el conjunto amarillo pero ninguna jugada acabó causando peligro real sobre la portería custodiada por Giorgi Mamardashvilli. La apuesta amarilla fue clara: volcar el juego por el costado de Viti Rozada, confiando en su capacidad para poner centros con peligro, sobre todo teniendo a McBurnie como única referencia ofensiva. Sin embargo, ninguno de esos envíos encontró rematador. La primera aproximación con algo de veneno llegó a balón parado. Tras un saque de esquina, Álex Muñoz remató al primer palo aunque fue despejado por Diakhaby.

    Pese a que en la recta final de la primera mitad los valencianistas optaron por dejar que la UD se hiciera con el control de la posesión, no dejaron de tener ocasiones como fue el caso de un Rafa Mir que recibió un pase entre líneas de Luis Rioja para rematar con poca efectividad. El ex jugador de la UD se mostró realmente ansioso durante todo el período aunque con nulo acierto de cara a puerta. En el añadido, un córner lanzado por Sandro Ramírez acabó con un intento de disparo de Bajcetic que fue frenado por una mano de Diego López dentro del área. Tras la revisión del VAR, el árbitro no dudó en señalar penalti. El propio Sandro asumió la responsabilidad desde los once metros y no falló, firmando el empate en el tiempo de descuento. Un tanto psicológico que puso las tablas y daba oxígeno a los de Martínez justo antes de pasar por vestuarios.

    Aún con el mazazo anímico que supuso el gol encajado en el descuento, el Valencia saltó al segundo acto con la misma determinación ofensiva mostrada desde el arranque del encuentro. Sin tiempo apenas para asentarse sobre el césped, Rafa Mir volvió a aparecer con un disparo seco nada más comenzar, obligando a Dinko Horkas a estirarse para desviar el balón y evitar el segundo tanto visitante. La respuesta de los amarillos no tardó en llegar. Javi Muñoz colgó un centro sin aparente peligro que se convirtió en amenaza cuando Mamardashvili falló en la recepción. Oli McBurnie atacó el rechace con decisión y cayó dentro del área, aunque la jugada no fue sancionada. Inmediatamente un remate de espuela envenenado de Mika Mármol en un córner atenta la portería que defendía el cancerbero georgiano.

    Los primeros compases de esta parte fueron negativos una vez más para los pupilos de Diego Martínez que no encontraban respuestas defensivas a las constantes intentonas ches. La banda izquierda, defendida por Álex Muñoz, se convirtió en la autopista preferida del conjunto che, que aprovechó cada espacio para generar peligro. Primero fue un balón largo que encontró a Luis Rioja completamente solo por ese costado, aunque la acción no fue a mayores gracias a la providencial intervención de Essugo, que apareció al cruce para evitar el desastre. Sin embargo, la siguiente embestida sí fue letal. En el minuto 58 un balón largo de Mosquera encontró a Diego López quien tras llegar hasta línea de fondo consiguió colgar un centro preciso para que Hugo Duro rematara y consiguiera anotar su doblete con el que su equipo volvía a ponerse por delante. Una jugada de tres toques que descolocó por completo a la zaga isleña.

    Tras el segundo mazazo valencianista, el partido entró en una fase más espesa, cargada de interrupciones y tensión acumulada. El Valencia, consciente de su ventaja, supo enfriar el ritmo, mientras que los jugadores de Corberán empezaron a resentirse en acciones aisladas que rompían la continuidad. Una de las más polémicas llegó cuando Gayà se lanzó con decisión a por un balón dividido y Marvin, en su intento por frenar la carrera del lateral, llegó tarde y le golpeó con fuerza. De Burgos no señaló nada de primeras, pero ante el dolor evidente del capitán che, la acción terminó con tarjeta amarilla para el jugador amarillo. El cronómetro corría y las interrupciones se sucedían, como cuando Luis Rioja se quedó tendido en el césped tras una disputa, mientras en el bando contrario crecía la desesperación. En estos momentos de sequía Alberto Moleiro se echó el equipo a la espalda para tratar de sacar rédito de alguna acción individual. El 10 amarillo consiguió irse de dos rivales para filtrarle un balón a un Javi Muñoz que no pudo sacar un buen remate. Para afrontar los últimos 20 minutos de la tarde, Diego Martínez optó por el talento ofensivo de Adnan Januzaj introduciéndole al campo por un Álex Muñoz que no tuvo su día. 

    En el minuto 75 llegaría el golpe casi definitivo para la UD Las Palmas, y lo haría en forma de infortunio. Una vez más, Diego López se convirtió en una pesadilla por la banda, ganándole con claridad la partida a Marvin Park. El canterano che colocó un centro que en primera instancia despejaba Horkas aunque el rechace rebotó en el capitán de los amarillos finalizando con el 1-3 que dificultaba mucho la machada del conjunto isleño. A la desesperada Diego Martínez gastó sus últimos cambios para ir con todo en el final, Jaime Mata y José Campaña entrando al campo en detrimento de Javi Muñoz y Stefan Bajcetic. Estas introducciones sí que surtieron efecto llevando a los locales a poner el 2-3. Campaña entró en el partido y besó el santo, le puso un gran balón a Oli McBurnie quien remató en plancha para perforar la portería rival y mantener vivas las opciones de los suyos. 

    La UD Las Palmas se volcó con todo en la recta final, embotellando a un Valencia que pedía la hora y que ya no encontraba la salida ante la insistencia amarilla. Con Jaime Mata como referencia en el área, los de Diego Martínez comenzaron a generar un carrusel de ocasiones que encendió la grada. Todo comenzó con un Marvin Park que le colocó un buen centro a Jaime Mata para que éste rematase pero el balón lo llegó a buen puerto. Poco después, tras una jugada coral tejida con paciencia y precisión, el balón acabó en los pies de Alberto Moleiro. El 10 amarillo levantó la cabeza, encontró solo a Mata, pero el ariete mandó su disparo a las nubes en la más clara del tramo final. Tras anunciarse el tiempo de añadido de 9 minutos a la Unión Deportiva le aparecieron 9 vidas más, Manu Fuster se sumó a la ofensiva con un disparo que rozó el lateral de la red. El peligro era constante, y esta vez sí, la UD había encontrado por fin la solidez defensiva que tanto necesitó durante el partido para mantener a raya cualquier intento de réplica valencianista. Con Horkas incluso metido en el área rival la UD iba con todo para completar la hazaña pero no encontraron el acierto necesario para completar la remontada acabando el encuentro con mejores sensaciones sobre el césped aunque muriendo una vez más en la orilla.