Baloncesto
07-12-2025 16:58:03
Iván Icígar
Los claretianos afrontaban el regreso a la competición tras una semana de parón internacional con la urgencia de ganar si querían seguir en la pelea por entrar en la Copa del Rey. Los primeros compases resultaron espesos para ambos conjuntos. Mike Tobey abrió el marcador y Brussino sumó penetrando, mientras Hlinason se hacía grande en la pintura para estrenar el casillero bilbaíno. Sin embargo, tanto bilbaínos como grancanarios veían el aro diminuto: los porcentajes eran desalentadores y el electrónico apenas reflejaba un 2-4 superado el ecuador del primer asalto. Las canastas fáciles se resistían y la frustración comenzaba a notarse sobre el parqué de Miribilla, hasta que Bagayoko aprovechó una segunda oportunidad tras un tiro al hierro de Pantzar. El sueco, esta vez desde la línea de libres, puso por primera vez a los suyos por delante. Isaiah Wong respondió igualando desde el tiro libre, aunque las canastas en juego seguían brillando por su ausencia en el conjunto isleño. El triple irrumpió por fin con el acierto de Jarowski, mientras Salvó ganaba protagonismo sumando en la pintura y asistiendo a Wong, que anotó desde el 6,75 para recuperar el mando. Los últimos compases del cuarto derivaron en un intercambio de golpes en el que Hilliard parecía inclinar la balanza del lado bilbaíno desde más allá del arco, hasta que Wong replicó en la última jugada del período para dejar a su equipo por delante por 14-16 tras los primeros diez minutos de duelo.
Ziga Samar no tardó en inaugurar el segundo cuarto con una entrada a canasta, aunque Frey replicó de inmediato. Un error en el saque de Gran Canaria dio alas a Bilbao, que aprovechó la segunda oportunidad con los primeros puntos de Normantas. Mike Tobey siguió aportando en la pintura con una canasta poco ortodoxa, pero su acción quedó eclipsada por un Frey inspirado desde el triple. El acierto exterior del conjunto de Jaume Ponsarnau empezaba a marcar diferencias. Jarowski fue el siguiente en sumar desde el 6,75 y, tras una falta de Angola en el tiro, el adicional puso a Bilbao cinco puntos arriba en el electrónico. Sin embargo, la reacción claretiana fue fulminante: un triple de Brussino y una recuperación inmediata que permitió a Vila empatar en la pintura. El ritmo en Miribilla se disparó. Pantzar y, otra vez, Brussino acertaron desde el perímetro, dibujando un partido vibrante tras un arranque accidentado. El desacierto de Lazarevic y Vila desde el tiro libre mantenía la igualdad, mientras Hilliard abría distancias con otro triple que encendía a la grada local. Pantzar convirtió sus tiros libres y Labeyrie se unió al intercambio desde el 6,75 para recortar la diferencia. En los compases finales, las faltas en ataque se volvieron protagonistas: tres consecutivas, dos para Bilbao, hasta que una técnica a Hilliard por protestar elevó el grado de tensión. Aunque Isaiah Wong no estuvo fino desde la línea, los hombres de Laković lograron igualar gracias a su conexión francesa: Labeyrie asistió a Albicy, que clavó un triple sobre la bocina para mandar el partido al descanso con un 34-34.
Los hombres de negro arrancaron mejor el segundo tiempo que los claretianos, colocando el +4 en el primer minuto con canastas de Pantzar y Jarowski. Braian Angola mantenía a flote a Gran Canaria desde el tiro libre, mientras Hlinason sumaba por partida doble para ampliar poco a poco la ventaja local. Brussino, impecable desde la línea, reducía la distancia nuevamente a dos puntos. Una renta que Bilbao volvería a estirar con la aportación de Normantas, aunque otra técnica señalada a los vascos permitió a Brussino mantener a los amarillos dentro del partido desde el 4,60. La secuencia le salió redonda al Granca: acto seguido, Angola empató el duelo con un triple que silenció Miribilla. Sin embargo, los claretianos seguían sin encontrar la forma de frenar a un Jaworski inspirado, que volvió a anotar para romper la igualdad. Tres tiros libres del propio escolta establecieron el 48-43, un golpe que cayó como jarro de agua fría sobre el conjunto isleño. El tiempo muerto de Jaka Laković surtió efecto inmediato. Los suyos enlazaron un parcial de 0-6, liderado por Pelos y Wong, para darle la vuelta al marcador. Esta vez fue Ponsarnau quien tuvo que detener el choque para cortar el ímpetu del Dreamland. Krampelj dio oxígeno a los locales con un triple, pero Samar replicó poco después para mantener el buen momento ofensivo de los amarillos en la recta final del cuarto. Pierre Pelos se consolidó como referente interior de Gran Canaria en la segunda mitad, sacando petróleo en la pintura con un 2+1 que ponía a los suyos cuatro tantos arriba. La ventaja, sin embargo, se desvaneció rápidamente: los bilbaínos sumaron desde el tiro libre por medio de Bagayoko y Pantzar, devolviendo el empate al marcador con apenas 35 segundos por jugar. La indecisión ofensiva del Dreamland y un lanzamiento fallido de Normantas dejaron el duelo en un igualadísimo 55-55 para afrontar el último cuarto.
Los diez minutos finales arrancaron con un formidable Louis Labeyrie, que anotó cinco puntos consecutivos para intentar impulsar a Gran Canaria en el marcador, aunque Normantas respondió desde el tiro libre para evitarlo. El ala-pívot francés pasó en un instante de héroe a villano al fallar dos de tres tiros libres, acciones que dieron vida a un Bilbao Basket que olía la remontada tras el mate de Krampelj y un triple de Jaworski. Samar sostuvo a los insulares con una penetración, pero otro microparcial de 5-0 de los hombres de negro volvió a castigar al Dreamland, que se veía otra vez por detrás (67-63). Jaworski, letal desde el perímetro, firmó su cuarto triple sin fallo y la situación se complicó aún más para los de Laković. Gran Canaria entró en un tramo ofensivo muy delicado, con pérdidas y ataques imprecisos que contrastaban con la claridad del Bilbao Basket para encarar el asalto final. A los amarillos les tocó sudar cada punto. Labeyrie logró romper la mala racha en la zona para dejar la diferencia en cinco tantos, pero el parcial ascendió a 10-2 después de una gran acción de Pantzar asistiendo a Lazarevic (72-65). El conjunto insular estaba adormecido; prueba de ello fue una pérdida incomprensible en un saque de banda que reflejaba que, pese a estar aún a una distancia asumible, las sensaciones eran muy inferiores a las de un Bilbao en pleno crecimiento. Sin embargo, la vieja guardia claretiana acudió al rescate. Brussino y Albicy redujeron la diferencia a tres puntos con dos minutos por disputarse en Miribilla. Cuando parecía que Dreamland dejaba atrás las malas vibras todo se vino abajo a velocidad de crucero: Krampelj anotando un triple sentaba un golpe directo al ánimo visitante. La diferencia en el rebote terminó de marcar el camino: 41 a 29 para los hombres de negro. Bilbao alcanzó la máxima del partido gracias a un canastón de Pantzar en penetración (+8). El tiempo se agotaba para un Dreamland que apenas pudo maquillar con un triple de Brussino; remontar cinco puntos en treinta segundos era un reto casi imposible. Pese al esfuerzo defensivo, un triple al hierro del argentino apagó cualquier opción de milagro. Bilbao aún ahondó en la herida aprovechando un tiempo muerto con apenas 0,6 segundos por disputarse. Jaworski forzó una falta de tres puntos, convirtió todos los tiros libres y sentenció al Granca, que encajó su sexta derrota y complicó de manera extrema su clasificación para la Copa del Rey.